Vean el Mundial, olviden las reformas
No sé si reír o llorar con la gente que jura y perjura que el Mundial de futbol va a ser el pretexto perfecto para que nuestras malévolas autoridades nos impongan sus reformas.
¿Por qué? Primero, porque la gente que va a ver el Mundial no es estúpida, tiene derecho a ver lo que se le pegue la gana, está en absoluta libertad para elegir el programa que quiera en el canal que quiera, y se merece todo nuestro respeto.
Segundo, aunque no hubiera Mundial de futbol y todos los debates se transmitieran en el mejor de los horarios en El Canal de las Estrellas y Azteca 13, ¿usted cree que la mayoría de la población de este país elegiría sintonizar el trabajo de nuestros diputados y senadores?
Tercero, ni nuestras autoridades son malévolas ni son una masa uniforme. En esos procesos va a haber representatividad de todas las corrientes ideológicas que hay en México.
Tendríamos que confiar en ellas, ¿no? Para eso se les paga. Si no, ¿para qué las tenemos? ¿Para qué las queremos?
Cuarto, si a esos grupos tanto les interesa alertar a la población sobre los supuestos horrores que van a ocurrir si esas reformas se aprueban, ¿por qué se están esperando, una vez más, a que solo falte un día para la aprobación definitiva en lugar de estar haciendo algo?
¿Dónde están sus análisis de cada uno de los artículos de las leyes secundarias? ¿Dónde están sus advertencias? ¿En qué página de internet? ¿En qué video de YouTube?
¿Sí les interesa el tema o lo único que quieren es boicotear el proceso? ¿Por qué lo importante, para ellos, es, en el caso de las telecomunicaciones, quién se va a quedar con los medios y no qué se va a hacer con esos medios?
Ni a usted ni a mí nos sirve que un empresario, una familia o cuatro se vayan a quedar con las nuevas concesiones si vamos a seguir viendo la misma programación basura de toda la vida.
Por eso le suplico que luchemos por defender las partes más delicadas de esta historia, las más delicadas, pero al mismo tiempo las más olvidadas: los contenidos y las audiencias.
¿Cómo? Apoyando, por un lado, los esfuerzos de A Favor de lo Mejor y, por el otro, los de las periodistas Katia D’Artigues y Bárbara Anderson.
A Favor de lo Mejor está promoviendo diez puntos que se deben tomar en cuenta en la reforma en materia de telecomunicaciones bajo el hashtag#10XNuestrosNiños.
Katia y Bárbara están peleando por los derechos de las personas con discapacidad en la misma reforma.
#10XNuestrosNiños es una campaña con base en diez puntos específicos que muchas personas estamos respaldando para que, por ley, se respete a nuestros niños.
¿Qué puntos? Por ejemplo, que se clasifique correctamente la programación dirigida a niños y adolescentes y que se dé información suficiente sobre sus contenidos.
Esto, que es tan obvio, no aparece en la ley. ¡No aparece!
¿Cómo la estamos respaldando? Compartiendo esos puntos, firmando en su página de internet y subiendo una foto con un letrero de apoyo para que esto se vuelva viral.
Métase ya a la página de A Favor de lo Mejor para que se empape de esto y sea parte del cambio. Es preferible a estar alucinando con que el Mundial de futbol es un invento del diablo.
¿En qué consiste la pelea de Katia y Bárbara? En cuestiones básicas que incluso nuestras televisoras, cuando trabajan para países como Estados Unidos, hacen, pero que cuando trabajan para México, no.
¿Como cuáles? Como utilizar permanentemente el recurso de subtitulaje de descripción (“close caption for the hearing impaired”) y tener la obligatoriedad de contar con páginas web accesibles para personas con discapacidad de acuerdo a los estándares internacionales.
¿Me creería si le dijera que la propuesta que viene en la reforma solo le pide a los canales que subtitulen un segmento de un noticiario?
Un segmento. ¿Cuál? ¿El de los chistes? De un noticiario. ¿De cuál? ¿Del que nadie ve a las cinco de la mañana? ¡Hasta parece burla!
Si en verdad todos los mexicanos somos iguales, todos los mexicanos debemos estar en igualdad de circunstancias para acceder y entender todos los contenidos de todos nuestros medios.
Los mexicanos con discapacidad no son ciudadanos de segunda. ¿Hasta cuándo lo vamos a comprender?
Bueno, pues entonces hagamos algo: presionemos. Es ahora o nunca, con Mundial o sin Mundial, ¿o usted qué opina?
Comentarios
Publicar un comentario