
Fraude: México 2006 y 0.56%: ¿Qué le pasó a México?, dos filmes que hablan de Andrés Manuel López Obrador
El virtual candidato de las izquierdas a la Presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador ha inspirado más libros y columnas políticas que cualquier otro actor político en los últimos años.
Simpatizantes, detractores, colaboradores cercanos, investigadores académicos (nacionales y extranjeros) y hasta los moneros han realizado publicaciones de quién ha sido el fenómeno político más controvertido de las últimas décadas. Seguramente la amplia bibliografía que existe sobre el personaje crecerá aún más en los próximos meses por el proceso electoral que se avecina.
No sólo en el análisis político AMLO le lleva la delantera a sus contemporáneos. Ningún otro político en el país puede preciarse de haber sido tema para dos documentales que tuvieron exhibición en salas de cine. Y es una verdadera lástima, porque contamos con una clase política tan peculiar así como episodios en nuestra historia reciente cuya realidad supera a la ficción, que existe material de sobra para ello.
El género documental ha tenido mayor difusión en cines en otros países, en buena medida por el éxito comercial de los trabajos de directores como Michael Moore (Bowling for Columbine, Farenheit 9/11), Morgan Spurlock (Super Size Me, the Greatest Movie Ever Sold) y Charles Ferguson (No End in Sight, Inside Job). En Latinoamérica, destaca el excelente trabajo de los argentinos Pino Solanas (Memoria del Saqueo, La Próxima Estación), y Nicolas Entel (Pecados de mi Padre).
En México este género ha tenido una menor exposición y se ha dado de manera mayoritaria través de la televisión. En Televisa desde hace 20 años, muchos de los documentales históricos son producidos por Clío, pero estos se ven bajo el filtro de la visión de Enrique Krauze, que es el oficialismo del gobierno en turno. Es loable el esfuerzo que ha realizado durante años la productora independiente Canal 6 de Julio que surgió en un país donde las imágenes que difundían las televisoras en la época del salinismo contrastaban de forma dramática con el México real. Pero la exposición de sus trabajos ha estado siempre limitada a la circulación en formato VHS primero, y más adelante en DVD.
En la actualidad existen algunos trabajos interesantes que se realizan para los canales de televisión de paga como es el caso del History Channel, pero la distribución de documentales en cine en el país ha sido casi nula.
Diego Luna lo intentó con J.C Chávez que fue su opera prima como director (la que por cierto supera con amplitud a su segundo esfuerzo) pero el fracaso en taquilla fue tan contundente que tardó más de un año en estar disponible en formato DVD. Merece mención aparte la realización de Juan Carlos Rulfo, En el Hoyo y Presunto Culpable de Roberto Hernández, que tuvo una gran exposición por el escándalo que generó en torno a la orden de suspensión provisional a la mitad de su exhibición.
Los dos documentales que conciernen a López Obrador, fueron producto de un desacuerdo. Luis Mandoki, Lynn Fainchtein y Lorenzo Hagerman comenzaron a trabajar juntos filmando al entonces Jefe de Gobierno, cuando enfrentaba el proceso de desafuero a comienzos del 2005, pero en la medida en que surgieron diferencias creativas entre ellos decidieron tomar caminos distintos.
En plena contienda electoral del 2006, cuando la guerra sucia promovida por las televisoras estaba en su apogeo, Luis Mandoki decidió comenzar a difundir de manera anticipada parte del material que había preparado. Surgió así, la serie de ¿Quién es el Sr. López? que tuvo difusión en el entonces programa matutino de la campaña de AMLO, La Otra Versión, y en DVD a lo largo y ancho del país. No se sabe a ciencia cierta qué tan eficaz fue en realidad el trabajo de Mandoki como contrapeso al linchamiento mediático al que fue sujeto el tabasqueño, pero sin duda sus seguidores tuvieron una herramienta de gran importancia para compartir con gente cercana que sentía temor por su victoria.
La derrota que sufrió el candidato de la coalición por el Bien de Todos y las sospechas que se generaron a raíz de la misma, provocaron que el cineasta replanteara su trabajo previo; la historia ya no sería la de AMLO candidato sino del líder político que despertó ilusiones y que fue frenado a la mala por los intereses fácticos del país.
El nuevo documental se llamó Fraude: México 2006 y fue estrenado de manera simultánea en más de 32 ciudades en Noviembre del 2007. Las elecciones habían ocurrido muy recientemente, así que el agravio para los seguidores de AMLO seguía presente, como también el visceral rechazo de quienes fueron sus detractores. La gestión de Felipe Calderón era en ese tiempo defendida por muchos de sus electores (y no se diga por parte de casi todos los opinadores en televisión) mientras que Andrés Manuel parecía vivir su peor momento, se reiteraba de manera insistente que era un cadáver político.
El filme Fraude: México 2006 complace mayoritariamente a quienes siguen a AMLO aunque es posible que haga dudar a algunos de sus críticos. Lo cierto es que desde un punto de vista narrativo y técnico se trata de una buena producción. Cuenta con material fílmico que valdría la pena preservar por su valor histórico, así como buena fotografía y musicalización. Lo más destacado desde un punto de vista periodístico es la contribución de los ciudadanos que filmaron varias irregularidades que acontecieron durante el conteo distrital de la elección. Lejos de tratarse de ser un documental objetivo, refleja la visión del lopezobradorismo (de hecho el hilo conductor del documental es una larga entrevista con López Obrador) que la televisión nacional ignoró.
A mediados de este año, Lorenzo Hagerman presentó su documental 0.56%: ¿Qué le pasó a México? Esta obra se concentra en la polarización social que surgió a raíz de las elecciones del 2006, así como en el ascenso y caída de un candidato que parecía incontenible. No tiene el mismo enfoque o aspectos técnicos sobresalientes como el documental de Mandoki, pero tiene la ventaja de contar con una mayor pluralidad de voces periodísticas y ciudadanas. El mayor acierto del film de Hagerman son precisamente las entrevistas que reflejan y humanizan a una ciudadanía confrontada.
En esencia, se trata de dos documentales que son complementarios, porque registran qué tanto se caldearon los ánimos en aquella elección, pero también dan cuenta de la enorme distorsión que hicieron los medios masivos de comunicación sobre los sucesos de aquel verano tan intenso.
Ambas obras abren la puerta para futuras realizaciones de contenido político que en mucho podrían ayudar a esclarecer e invitar a la reflexión sobre innumerables asuntos que conciernen a la vida pública nacional.
A unos meses de la próxima elección federal, pueden resultar ser un buen material de consulta para aquellos que pertenecen a una nueva generación que votará por vez primera el próximo año y se cuestionan cómo es que llegamos hasta el presente que padecemos.
Comentarios
Publicar un comentario