Reforma Educativa: ¡El regreso a clases!
Por el Profesor Juan Pérez Medina (Red MOVPAP)
26 millones de estudiantes de los diferentes niveles y modalidades educativas iniciaron actividades este 18 de agosto en todos los planteles educativos del país. Más de un millón de ellos son michoacanos y cerca del 70% están en educación básica.
Las más de 11 mil escuelas michoacanas han abierto sus puertas en las que desarrollan su trabajo pedagógico más de 80 mil docentes desde educación inicial hasta superior. Se observa un incremento de la matrícula, fundamentalmente en los grados que van de la educación media superior a superior; lo que significa que viene generándose un proceso de transición de la población en edad de estudiar hacía los grados superiores, lo que es una buena noticia.
Si bien hoy, más egresados de educación primaria y secundaria avanzan hacia la educación media y de ahí hacia la educación superior, como producto de la expansión de esos niveles y la creación de nuevas modalidades que están llegando a poblaciones que, incluso, están por debajo de los 7 mil habitantes y de las modalidades de educación virtual o abierta a través del internet; no podemos decir que con ello, estemos haciendo lo necesario para que estos estudiantes permanezcan y terminen una carrera. La relación de ingreso – egreso es aún muy discordante; pues en el camino se van quedando muchos estudiantes, ya sea por falta de recursos y la necesidad de ingresar al campo laboral o por reprobación y abandono.
Sí un número importante se quedan en el camino desde la educación básica, éste aumenta conforme se avanza hacia grados superiores. Este fenómeno puede estar asociado a muchos factores, entre ellos está el que argumenta “Mexicanos Primero” , acerca de que son los docentes mal preparados e irresponsables (dígase de la CNTE) que, de acuerdo con ellos, se la pasan más en las calles que en las aulas, haciendo que los alumnos pierdan de recibir sus clases.
Pero el problema central sigue siendo la situación social y económica de los jóvenes que sufren para mantenerse en el sistema y, finalmente, acaban desertando de él. La matrícula nos indica todavía el alto grado de deserción que se mantiene en la educación media. Un factor no menos importante que hace que muchos jóvenes abandonen la escuela, es el que se refiere a la gran incertidumbre con respecto al mundo laboral. Miles de egresados de las universidades e instituciones afines, deambulan por las dependencias públicas y empresas privadas sin encontrar un empleo o, si acaso lo encuentran, es un empleo precario que no da la mínima garantía de estabilidad y decoro. Los salarios son pésimos y las garantías casi inexistentes; no se diga de la permanencia y seguridad en el empleo.
Todo esto nos habla de una situación muy grave que lacera el sistema educativo nacional y descalifica a los que han apostado por la sobreexplotación de los trabajadores de la educación, para llevar a pie juntillas su proyecto educativo mercantilista.
La educación abre en este ciclo una etapa más de la incesante y permanente confrontación con el magisterio y con no pocos padres de familia. El estado neoliberal mexicano con el PRI por delante, tratará de someter al magisterio a sus nuevas condiciones administrativas y laborales y los docentes harán lo propio para impedírselos en una vorágine que habrá de escribir todavía muchas páginas de confrontación.
Urge la construcción de nuevas alternativas de lucha enfocadas a lograr que la sociedad se lance contra el gobierno y acompañe la lucha de los maestros como ocurrió hace tiempo. Es indispensable que la unidad se construya sobre la base del diálogo verdadero y una plataforma mínima que priorice la información y la construcción de estructuras contrapuestas avaladas socialmente. Una estrategia como esta reclama el encuentro de los trabajadores con sus pares poniendo por delante sus genuinos intereses de carácter común, no aquellos personales que han acabado denigrando la lucha magisterial.
En las escuelas habrá que introducir los temas que no nos están generando bienestar, ni certidumbre sobre el futuro y ligarlos a los necesarios contenidos de aprendizaje que nos hagan más aptos y más capaces. La lucha de emancipación de los pueblos pasa necesariamente por la generación del saber, pues como se viene afirmando ahora: el saber es poder.
En manos de los docentes está la posibilidad de la rebeldía social. Este año, al igual que los anteriores, es crucial para la acción, pero sobre todo, para la reflexión que nos oriente acerca del método y la estrategia y nos de claridad sobre las metas futuras en la tarea de lograr el objetivo emancipador del bienestar general.
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