Estado de sitio de facto en el Zócalo de la Ciudad de México y los Derechos Humanos
Por Roberto Josué Bermúdez Olivos.
A mis alumnos de la ENTS
Policías de la SSPDF impiden el paso a un grupo de manifestantes y anarquistas que intentan ingresar a el Zócalo de la Ciudad de México por la calle de Francisco I. Madero. Foto: Mario Marlo/Somoselmedio.org
La prohibición de facto de manifestarse y acceder libremente por el Zócalo de la Ciudad de México, viola los derechos humanos comprendidos en el artículo primero de nuestra constitución y los tratados internacionales al no permitir la libertad de transito ni la libre manifestación.
Recordemos que en la letra México es un Estado constitucional de derecho que reconoce y garantiza los derechos humanos consagrados tanto en la constitución como en los tratados internacionales de los que forma parte.
Dentro de este catálogo de libertades podemos encontrar, entre otras, el derecho a la libre manifestación de las ideas y a la libre reunión pacífica. Ambos son reconocidos en el sistema jurídico internacional de las Naciones Unidas, así como en el sistema jurídico mexicano. Los podemos encontrar en el artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, el cual estipula que: “Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión, este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones […] y el de difundirlas […] por cualquier me-dio de expresión”.
El derecho de libre reunión lo encontramos en el artículo 20 del mismo instrumento internacional: “Toda persona tiene derecho a la libertad de reunión y de asociación pacíficas”
Estos derechos han sido ganados en base a luchas sociales y ha costado vidas lograrlo, por lo que no es posible que por acuerdos políticos o por su incapacidad de utilizar correctamente el uso debido de la fuerza en las manifestaciones sin abusar de la autoridad, pongan en estado de Sitio esta parte de la ciudad de México.
Recordemos que un estado de sitio se asemeja a la situación de guerra, en donde se otorgan facultades extraordinarias a las fuerzas de seguridad para la represión. En el estado de sitio, las garantías que brinda la constitución suelen ser suspendidas. Las detenciones se vuelven más arbitrarias ante la falta de mecanismos legales, lo que hace que el estado de sitio sea un mecanismo sumamente cuestionado. En todo caso la ciudad de México está muy lejos de encontrarse en una situación de guerra, estamos en tiempo de paz por lo que es injustificable que se actúe de esta forma.
El estado de sitio está vinculado al toque de queda, que establece un cierto horario a partir del cual se prohíbe la libre circulación de los ciudadanos, generalmente por motivos de seguridad. En el estado de sitio, por ejemplo, se prohíben las reuniones o manifestaciones públicas.
El gobierno de la ciudad de México en complicidad con el gobierno federal ha ejercido un veto y un toque de queda en esta zona de la ciudad disfrazado, al llenar de exposiciones o actos oficiales este espacio para así no permitir otro tipo de manifestación que no sean las impulsadas por el propio gobierno.
Sumamente simbólico resulta que una de las últimas exposiciones fuera de las fuerzas armadas en una evidente propaganda para el ejército mexicano exhibiendo su poder armamentístico y fomentando el culto a este en la población visitante.
El Zócalo de la ciudad de México es un lugar lleno de historia y donde las luchas sociales atreves del tiempo han dejado su huella. Por ahí marcho zapata y villa, se manifestó el pueblo en respaldo a la expropiación petrolera, marcharon los jóvenes de 1968, se vivió la lucha por la democracia en diferentes etapas entre muchas otras historias donde la sociedad se ha manifestado para generar los cambios políticos del país construyendo una sociedad mejor.
El gobierno de la Ciudad de México el cual proviene de un partido “progresista” hace mucho que ha dejado sus raíces populares y sus vínculos con las causas sociales para convertirse en una agencia de búsqueda de puestos políticos y administrativos que actúa de la misma forma que los partidos conservadores y de derecha buscando el poder por el poder y con los mismos vicios y corruptelas que los otros partidos.
Ahora el gobierno de la ciudad de México emula a Díaz Ordaz quien mandó a que desalojara el ejército a los estudiantes del movimiento de 1968 del Zócalo y después los masacró en Tlatelolco a nombre de la paz social y el orden institucional.
El GDF no discrimina entre movimientos, y trata de igual forma las manifestaciones pacificas que a las manifestaciones donde se han infiltrado provocadores y grupos violentos a los cuales no logra o no quiere controlar usando los estándares marcados por el respeto a los derechos humanos y el uso medido de la fuerza entendiendo que la actuación de las instituciones de seguridad pública se regirán por los principios de legalidad, objetividad, eficiencia, profesionalismo, honradez y respeto a los derechos humanos reconocidos en la Constitución. Actúa haciendo detenciones arbitrarias a destiempo y sin que exista flagrancia, lo que demuestra la incapacidad de los encargados de brindar seguridad a la ciudadanía.
Es momento que como ciudadanos ejerzamos y exijamos el respeto a nuestros derechos, retomando libremente los espacios públicos, es momento que la ciudadanía se empodere y no permita que se sigan violentando los Derechos Humanos ganados con tanto esfuerzo gracias a las movilizaciones y luchas sociales. Es momento de que la gente pueda expresarse libremente en contra de la entrega de nuestra soberanía, por una verdadera democracia y en contra de las múltiples injusticias sociales vividas a diario en nuestro país sin que busquen encapsular nuestras voces.
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