BUSQUE INFORMACION Y LO QUE HEMOS VISTO ES PREOCUPANTE POR QUE DESPUES DEL 1 DE DICIEMBRE DEL 2012 YA NO SE PUDIERAN ORGANIZAR CONTRA LAS REFORMAS DE EPN SI NO LES RECUERDO NOTAS ANTES Y DESPUES
1NOTA
Crónica de un mitin sin gente: De 132 a 2
Por: Estela Garrido
@StelaGarrido3_0
Diez de la mañana y los puestos de comida, accesorios para celular y tamales ya estaban instalados en a las orillas de la Estela de Luz. Los grupos de familias con niños, pelotas y carriolas que se dirigían a Chapultepec pasaban sin vacilar por el punto de encuentro del movimiento estudiantil que más de una vez había cerrado la avenida Reforma.
Aún no había señales de una concentración. Unas cuantas personas, quizá un grupo de cinco o seis arribaron a la explanada alrededor de las 10:30. Una manta rezaba en colores amarillos y azules #Yo soy porque tú eres 132”.
Las 11:30 de la mañana y el grupo apenas había crecido a unas 20 personas. Algunos músicos habían traído sus guitarras. Las sacaron, rasguearon un poco las cuerdas y regresaron las piezas de madera a sus estuches. No había eco.
Mientras las doce del día llegaban, el taller de pancartas y mantas comenzaba en apoyo a la campaña “Protestar es un derecho, reprimir es un delito”, lanzada por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH). El sonido para el mitin apenas de instalaba.
Los minutos corrían y el sol pegaba de lleno en una explanada vacía. Las imágenes de la Estela de Luz pletórica de consignas, gritos, movimiento, estudiantes y velas ardiendo había quedado atrás. Unos niños jugaban con las acuarelas y dibujaban sobre el papel estraza destinado a convertirse en una manta de protesta.
Una hora pasaría y la convocatoria no había rendido frutos. Apenas se juntarían unas 30 personas cuando el “himno” del movimiento sonó por las bocinas: Latinoamérica de Calle 13 anunciaba el comienzo de la mesa abierta.
Zubire tomó el micrófono y recordó a los pocos asistentes lo que era visible. “Muchos se desanimaron, muchos dejaron de participar, muchos de ellos dijeron que el primero de diciembre era la tumba del movimiento y aunado a esto, está el paso del tiempo, la embestida mediática y los errores que cometimos al andar . Perdimos credibilidad y apoyo social”.
Pero el objetivo no era remarcar las fallas, sino llamar a acción al movimiento trayendo a la memoria lo que alguna vez abarrotó el mismo lugar: luchar en contra del olvido.
“Venimos a reafirmar el compromiso con la transformación profunda y sincera de México, venimos dispuestos a salvar la patria que es nuestra y de todos los mexicanos y no es de los políticos ni de los poderes fácticos. Venimos a recuperar lo que es nuestro”.
La intención no era romper con las otras asambleas u organizar otro movimiento. No al menos en teoría. La intención de Zubire era reflexionar y marcar un camino para el futuro del movimiento. El cual, según la opinión de algunos curiosos transeúntes, ‘había perdido el poder de convocatoria’.
Zubire dejó el micrófono abierto. Pasarían dos o tres personas más que le hablaban a unos cuantos que se resguardaban del sol; un papalote de plástico amarillo y azul remolineaba sobre sus cabezas.
“Estamos hartos de mamadas y jaladas”, vociferó el tercero en el micrófono. No hubo un solo sonido que hiciera eco. Sólo la sombra del papalote sobre las escaleras vacías de la Estela de Luz.
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