Eva y Claudia, las guerreras del cómic Desde niñas empezaron a dibujar y crear historias, hace 4 años se conocieron en una convención de cómics y decidieron trabajar juntas; posteriormente fundaron su propia editorial, con la que ya han publicado tres libros de su autoría OLIVIA GARZA GARCÍA 07 de junio de 2015 Claudia Aguirre y Eva Cabrera se conocieron hace 4 años, en el 2011, en una convención de cómics donde estaban exhibiendo sus trabajos. A partir de ahí decidieron trabajar juntas y crearon el sello Boudika Comics, en el que ya han publicado 3 libros: The House of Dreams, Daymares y el relanzamiento de Catscratch, que ya había sido publicado por Claudia, pero en su nueva versión incluyeron tiras extras de cómo cuidar a un gatito, 17 tiras de artistas invitados y 50 tiras del webcómic del mismo nombre. Ambas empezaron muy jóvenes a dibujar. A Eva desde los 9 años le gustaban los videojuegos y tomaba los personajes para crear sus propias historias. A los 17 años, cuando estaba en la preparatoria, hizo su primera historia larga pero nunca la publicó. Fue en ese momento que empezó a buscar gente que se dedicara a hacer cómics, sobre todo mujeres. Eva estaba tan influenciada por el manga que quería ser parte de ese movimiento y, dispuesta a mudarse al DF, le escribió a una editorial que publicaba cómics, pero su respuesta no fue nada alentadora. Más adelante conoció a un amigo que trabajaba para Marvel y él le abrió el panorama y le platicó lo que estaban haciendo en Monterrey, por lo que decidió mudarse a esta ciudad. Su primera publicación fue Openhaüs, una antología en la que invitó a colaborar a varios amigos de México y de otros países, y posteriormente hizo una compilación de cuentos cortos de su propia autoría llamada Sequential Dreams. Actualmente colabora con empresas de videojuegos haciendo el diseño de personajes y ha ilustrado algunos cuentos infantiles; ha hecho portadas de Braves Warriors y Adventure Time para Boom Studios y también le hizo a Capstone las novelas gráficas de Robinson Crusoe y Romeo y Julieta. Claudia, por su parte, a los 7 años empezó dibujando dinosaurios en las libretas que les regalaban a sus tíos en sus trabajos y a los 19 ya trabajaba como ilustradora, cuando aún estaba en la Facultad de Artes Visuales. Se declara fan de la ciencia ficción, la fantasía y la ficción histórica. Trabaja como dibujante para American Dark Age, hace diseños de personajes para miniaturas y arte para juegos de mesa. Recientemente se encargó de ilustrar un cuento de Malinda Lo y uno de sus sueños adaptar en cómic sus libros favoritos, como Tipping the Velvet, de Sarah Waters o The Silo Saga, de Hugh Howey. Otro de sus objetivos, que ya ha hecho realidad, es incluir personajes LGBT en sus historias. En The House of Dreams por ejemplo, hay una historia de amor entre dos mujeres. Su intención es dar visibilidad en sus historias a personas diversas. “Nunca hubo personajes así cuando yo crecí, nunca fueron personajes que pudiera decir ‘mira, es como yo’. Por eso quiero tener ese acercamiento a la comunidad LGBT, casi todos mis personajes más grandes son queer”, dice Claudia, de 26 años. “La diversidad es vista como esencial en Boudika y queremos hablar sobre la discriminación en todos los aspectos. Aparte de entretener queremos apoyar e informar sobre temas sociales”, afirma Eva. Cuando trabajan en una nueva historia normalmente se juntan en el estudio de Eva, revisan lo que tienen escrito y empiezan a sacar ideas. Eva usa mucho su celular para anotar todo, pues tiene ahí una app de Moleskine. Para ellas es fundamental tener primero la historia y luego empiezan a diseñar las páginas. Al final viene el momento de dibujar a los personajes principales. “El tipo de historias que queremos sacar tienen demasiado contenido y algo en lo que nos hemos preocupado es que tengan fundamentos, que no sean historias muy superficiales, que tengan una investigación y un desarrollo hasta de los personajes secundarios, porque es la base de la historia”. A la hora de dibujar Eva prefiere el pincel “porque la línea me gusta mucho, me gusta mucho experimentar con técnicas, me gusta la acuarela y la tinta diluida”. Y a Claudia sí le gusta el estilógrafo, “pero casi todo mi trabajo es digital, mis líneas siempre son muy delgadas, disfruto mucho la tinta pero no lo hago tan seguido como Eva”. Claudia y Eva consideran que dentro de los medios hace falta destacar el trabajo de las mujeres. “Nos critican mucho porque siempre hablamos de las mujeres, pero es porque creemos que faltan más oportunidades para que se expresen y se animen a dibujar. La gente necesita saber que también hay mujeres haciendo cómics, porque hay niñas que no saben que pueden dedicarse a esto y por eso nos necesitan, necesitan una inspiración, una motivación de alguien que haya triunfado”. Para las chicas que quieren ser dibujantes les hacen algunas recomendaciones: Que hagan dibujos con modelos, que se salgan a dibujar arquitectura y animales, quizá al principio las proporciones les van a salir chuecas pero de esa forma empiezan a entrenar el ojo. Incluso Eva abrió la página MyInnerMonster para orientar a nuevos autores y responder sus preguntas sobre herramientas de trabajo y libros de consulta, entre otros temas. “Que no les dé miedo la crítica. Que las críticas malas no las detengan, que no sientan que lo que están haciendo está mal. Que publiquen sus ideas porque hay muchas historias muy bonitas que merecen ser contadas. Nosotras estamos abiertas a ayudar, no somos expertas pero tenemos muchas experiencias, hay muchas cosas en las que podemos ayudar”, aseguran. Pero aclaran que no todo es miel sobre hojuelas. Hacer cómics es un trabajo de mucho sacrificio y tienen que estar 100% seguras de que eso es lo que quieren hacer. “Mucha gente piensa que solo dibuja y presenta su libro en los eventos y ya, pero en realidad también tiene que hacer marketing, tiene que hacer relaciones con otras personas, acercarse a editores, hablar con otros artistas, publicitarse e invertir en esa publicidad, en tiempo y dinero. Tiene que asistir a eventos, ayudar con las mesas, traer las cosas, soportar las revisiones en Migración, cargar maletas de 50 kilos, etcétera”, dice Claudia. Este año viene lleno de nuevos proyectos para Boudika Cómics: Primero, su próximo libro, Mavi, que presentarán en la Comic-Con de San Diego. “Mavi es una historia completa dividida en capítulos y cada capítulo son historias pequeñas pero con un común denominador, que es un personaje siniestro, es una historia de fantasía oscura”. Además tienen planeado escribir otras historias para el Festival International de la Bande Dessinée en Francia y el Salón del Cómic de Barcelona, y vienen en camino el segundo libro de Catscratch, el lanzamiento de una tienda en línea y hacer apps para iPhone y iPad. A cuatro años de distancia, Eva y Claudia se declaran plenamente satisfechas de su trabajo en conjunto, pero su camino apenas está iniciando. “Nos sentimos muy contentas, Boudika es el símbolo de una reina guerrera y nosotras hemos sido muy buenas guerreras, realmente hemos peleado demasiado para estar en el lugar que estamos. Ha sido una constante lucha, pero aunque sentimos una gran satisfacción con todo lo que hemos hecho, todavía tenemos muchos sueños que queremos lograr”. Ilustraciones: Claudia Aguirre y Eva Cabrera / Boudika Comics
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