La estrategia de Lázaro Cárdenas y el espionaje alemán en la segunda guerra mundial.
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""Cárdenas autorizó el proyecto del empresario estadunidense William Rhodes Davis para invertir 10 millones de dólares en la explotación de crudo en la región de Poza Rica.
Avanzada del Tercer Reich; Esta operación no fue la única de la BSC en México.Stephenson y su equipo sabían que desde los primeros meses de 1940 el almirante
Wilhelm Franz Canaris, jefe del Abwehr (servicio alemán de espionaje militar), había ordenado
crear en México el más importante puesto de avanzada de la inteligencia del Tercer Reich en América Latina.
Wilhelm Franz Canaris, jefe del Abwehr (servicio alemán de espionaje militar), había ordenado
crear en México el más importante puesto de avanzada de la inteligencia del Tercer Reich en América Latina.
La organización estaba dirigida por un grupo de militares encabezados por el mayor George Nicolaus y el teniente coronel Friedrich Karl von Schleebruegge.
Desde la Ciudad de México realizaban operaciones para toda Latinoamérica.
Entre sus actividades destacaban la
vigilancia de los movimientos navales y militares de
Estados Unidos en el Atlántico, el espionaje industrial y el contrabando de
materias primas esenciales para la fabricación de armamento.
Adolfo Hitler y Hermann Göring tenían otro objetivo al
mandar a sus hombres a México: aprovechar sus ricos yacimientos petrolíferos.
Desde el mes de mayo de 1938 Alemania recibía importantes flujos de crudo, proveniente de la República Mexicana.
El presidente Lázaro Cárdenas le vendió petróleo a
Hitler, a la Italia fascista de Mussolini y
al Japón del emperador Hiroito como una medida para salvar su decreto de expropiar el energético a las empresas británicas, holandesas y estadounidenses.
Cuando el Presidente ordenó la nacionalización de la
industria petrolera, el 18 de marzo de 1938,
Gran Bretaña y los Estados Unidos reaccionaron con un boicot a México y exigieron a sus aliados que no le compraran crudo a la empresa recién creada por Cárdenas: Petróleos Mexicanos.
Adolfo Hitler y Benito Mussolini rechazaron el boicot y gracias a ello se convirtieron en los salvadores de la paraestatal mexicana. El petróleo mexicano que recibía la Alemania nazi, era procesado en sus refinerías de Hamburgo, donde se producía el combustible que utilizaba su fuerza aérea, la Luftwaffe.
Entre sus actividades destacaban la
vigilancia de los movimientos navales y militares de
Estados Unidos en el Atlántico, el espionaje industrial y el contrabando de
materias primas esenciales para la fabricación de armamento.
Adolfo Hitler y Hermann Göring tenían otro objetivo al
mandar a sus hombres a México: aprovechar sus ricos yacimientos petrolíferos.
Desde el mes de mayo de 1938 Alemania recibía importantes flujos de crudo, proveniente de la República Mexicana.
El presidente Lázaro Cárdenas le vendió petróleo a
Hitler, a la Italia fascista de Mussolini y
al Japón del emperador Hiroito como una medida para salvar su decreto de expropiar el energético a las empresas británicas, holandesas y estadounidenses.
Cuando el Presidente ordenó la nacionalización de la
industria petrolera, el 18 de marzo de 1938,
Gran Bretaña y los Estados Unidos reaccionaron con un boicot a México y exigieron a sus aliados que no le compraran crudo a la empresa recién creada por Cárdenas: Petróleos Mexicanos.
Adolfo Hitler y Benito Mussolini rechazaron el boicot y gracias a ello se convirtieron en los salvadores de la paraestatal mexicana. El petróleo mexicano que recibía la Alemania nazi, era procesado en sus refinerías de Hamburgo, donde se producía el combustible que utilizaba su fuerza aérea, la Luftwaffe.
El centro de operaciones de México le costaba una fortuna a la Abwehr. Lo financiaba con enormes sumas en efectivo, sorteando las restricciones impuestas por la guerra y evitando pasar por los bancos británicos y estadunidenses. Las materias primas mexicanas tenían una gran relevancia para el Tercer Reich, lo cual quedó evidenciado con los destacados hombres y mujeres que siguieron llegando al país en misiones secretas.
También se mandó al famoso actor estadunidense Errol Flynn, colaborador secreto de los nazis, quien llegó para cabildear ante los funcionarios mexicanos para que apoyaran los intereses de Alemania. Además traficó oro entre Estados Unidos y México en su yate Sirocco.
Para febrero de 1941 una bella alemana cruzó la frontera de Nuevo Laredo para radicar en la capital mexicana: Hilda Kruger, actriz que intentaba hacer carrera en Hollywood.
En Berlín se había hecho amante del ministro de Propaganda Joseph Goebbels. En México se metió a la cama de importantes funcionarios, entre ellos Miguel Alemán Valdés. Gracias a este amorío el entonces secretario de Gobernación protegió las operaciones del puesto de avanzada nazi.
Mientras tanto en Washington...
Los encuentros de Kruger con Alemán llamaron la atención de los agentes de la recién creada Oficina de Servicios Estratégicos (OSS) de Estados Unidos, antecesora de la CIA.
Los agentes –venidos del Servicio de Inteligencia Militar estadunidense– pronto desenmarañaron la red tejida por Nicolaus, Kruger y Flynn. Trabajaron en conjunto con el Servicio Especial de Inteligencia para América Latina del FBI. Ambos equipos operaban desde la embajada de Estados Unidos, desde donde reportaban a Washington las actividades nazis.
La inteligencia alemana (cerebral);
Los informes del FBI destacaron la sofisticada tecnología utilizada por Nicolaus y su grupo para trasferir reportes a Berlín. Consistía en reducir documentos y fotografías al tamaño de una punta de alfiler con un sistema llamado microdot. Los informes se colocaban como tildes de las letras “i” en cartas remitidas a Portugal para evadir la censura británica.
Los agentes de la OSS también reportaron a Washington que Miguel Alemán se había trasformado en el “representante de los intereses alemanes en México” pues protegía el contrabando de metales estratégicos y otras materias primas que se llevaban a Veracruz para luego ser recogidas en altamar por submarinos alemanes.
Para las primeras semanas de 1942 Washington se quejó ante el presidente Manuel Ávila Camacho por las actividades de su secretario de Gobernación a favor de los nazis. A finales de febrero fue detenido Nicolaus, y para marzo, Kruger; ella pronto fue liberada por gestiones de Alemán. Los estadunidenses seguían capturando a la red de espías del Tercer Reich pero decidieron dejar a un pequeño grupo para utilizarlo en operaciones de contrainformación, haciendo llegar a Berlín reportes falsos.
2 de 3..Continuará....
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