por Josshiga
Muchas veces los estadunidenses se adjudican el origen de los vaqueros, lo cual es muy erróneo y ademas arrogante de su parte, y al mismo tiempo también los canadienses se pelean por esta tradición.
Muchas veces los estadunidenses se adjudican el origen de los vaqueros, lo cual es muy erróneo y ademas arrogante de su parte, y al mismo tiempo también los canadienses se pelean por esta tradición.
Los españoles iniciaron lo que hoy es la tradición vaquera, que comenzó con el sistema de hacienda en la España medieval. Este estilo de ranchos se esparció a través de la península ibérica, y luego fue importado a América. Las dos regiones poseen un clima seco y poco pasto, y por eso los ganados grandes requerían vastas porciones de tierra para obtener suficiente forraje. La necesidad de cubrir distancias grandes dio lugar al desarrollo del vaquero a caballo.
Durante el siglo XVI los conquistadores y otros colonizadores españoles llevaron sus tradiciones rurales así como sus caballos y reses a América, empezando por México. Las tradiciones de España sufrieron transformaciones por el ambiente geográfico y las circunstancias culturales de la Nueva España, que más tarde pasó a ser México y el sudoeste de EEUU. Al mismo tiempo, la tierra y la sociedad de América recibieron cambios drásticos por la influencia española.
Así, aunque son considerados como un icono norteamericano, los vaqueros comenzaron a partir de una tradición hispánica, que evolucionó en lo que hoy se conoce como el vaquero del norte de México y el charro de las regiones Jalisco y Michoacán.
La llegada de los caballos fue muy importante, ya que los equinos se habían extinguido en América desde el final de la era de hielo prehistórica. Sin embargo, los caballos se multiplicaron rápidamente en esas tierras y se volvieron cruciales para el éxito de los españoles y demás colonizadores. Los primeros caballos eran de origen andaluz o árabe, pero comenzó a desarrollarse una raza única de caballos americanos en el norte y el sur de América a través de la cruza y la selección natural de los animales salvajes. Los Mustang y otras razas de caballos coloniales ahora se llaman ‘salvajes’, pero en realidad eran caballos silvestres, descendientes de animales domésticos.
Mientras los comerciantes de habla inglesa se expandían hacia el oeste, las tradiciones españoles e inglesas, el idioma y la cultura se mezclaron entre sí.
Antes de la guerra de América y México de 1848, los mercaderes de Nueva Inglaterra viajaron por barco a California donde se encontraron con hacendados y vaqueros, e intercambiaron artículos para las pieles y sebo producido en los ranchos. Los comerciantes americanos tenían contactos similares con la vida vaquera.
Comenzando con estos encuentros iniciales, el estilo de vida y el lenguaje de los vaqueros comenzaron una transformación que se fundiría con las tradiciones culturales inglesas y produciría lo que llegó a conocerse como la cultura americana del cowboy.
Con la llegada de los trenes y el incremento de la demanda de carne en los inicios de la guerra civil americana, el vaquero americano evolucionó ya que las tradiciones antiguas junto con la necesidad de transportar el ganado de los ranchos donde crecían hasta la estación más cercana impusieron la necesidad del cambio.
Si bien sabemos que los vaqueros fueron contratados para cuidar el ganado y guiarlo en busca de mejores pastizales.
Las primeras cabezas de ganado fueron descargadas en America durante el tiempo del explorador español, Hernan Cortés (1485- 1547), específicamente cuando la conquista de Mexico en 1519. Ese es el origen real de los vaqueros esa tradición que se especializaría en el cuidado del ganado a campo abierto.
Luego vendrían los prototipos de vestimenta: un sombrero de fieltro de ala ancha para guarnecer la cara del vaquero y, en las noches, doblado, servir de cabecera al cansado cowboy; un pañuelo para proteger la nariz y la boca de los escombros y el polvo, unos pantalones anchos y postizos de cuero, para guarnecer de las espinas y los cactus; botas con espuelas, sillas de montar y lazos, corresponden en nuestro imaginario a la percepción de los vaqueros.
Pero por lo general los vaqueros eran en realidad unos jornaleros con largas jornadas laborales; casi nunca poseían tierras ni ganado y, era prototípico decir que sus únicas posesiones eran sus artes, la silla y el caballo. No faltan los filmes del oeste que hagan el estereotipo del vaquero analfabeta y anárquico, además.
Comentarios
Publicar un comentario