La vida sin Ciro
El pozo de los deseos reprimidosÁlvaro Cueva
Estoy en shock porque hoy Ciro Gómez Leyva se va a despedir de MILENIO Noticias de las 22:00 en MILENIO Televisión.
No lo puedo creer. No me cabe en la cabeza. ¿Cómo? ¿Por qué? No le quiero ni contar la afectación emocional que me dio ayer, cuando me enteré, leyendo las páginas de este periódico.
Entre que me preocupé, entre que me dolió, entre que me apaniqué.
Lo digo como televidente, como crítico, como colaborador de MILENIO Diario y como colaborador de MILENIO Televisión.
Ojo, no estamos hablando de un noticiario más del montón. MILENIO Noticias con Ciro Gómez Leyva es uno de los servicios noticiosos más exitosos e influyentes de México.
Ahí se han dado muchas de las notas más importantes de este país, ahí se han provocado reacciones de todo tipo.
Deje usted que ver a Ciro por las noches se convirtió en toda una tradición, era una obligación para todo aquel que quisiera estar informado y, especialmente, estar informado de noticias que nadie más se atrevía a dar.
Esto es un golpe que va a dejar en el limbo a miles de televidentes y no lo digo porque Ciro se vaya a ir de Grupo MILENIO o porque MILENIO Televisión no pueda existir sin él.
Lo digo porque, lejos de lo que la gente piensa, la televisión es una industria de personajes y Ciro era uno de los pocos personajes periodísticos que le quedaban a este medio.
Va a pasar mucho tiempo para que aparezca otro periodista que se pueda llamar líder, que consolide un equipo, que consiga las notas, que se atreva a decirlas y que se gane a las audiencias.
Hoy es un día triste. Sin que nadie se lo esperara, se nos va un personaje fundamental de la historia reciente de la televisión mexicana.
Y no se nos va a otra empresa, a otro canal o a otro programa. Se va, por lo que entendí ayer leyendo la nota, a continuar su carrera aquí, pero sin salir a cuadro. ¡Qué desperdicio! ¡Qué problemón!
¿Por qué? Porque Ciro no solo era el titular de un noticiario nocturno, era el hombre que le daba sentido a MILENIO Televisión.
Le voy a explicar: en el modelo mexicano, que no es muy diferente al de otros países, los departamentos de noticias y los sistemas noticiosos de 24 horas giran alrededor de una figura estelar que es la que le da sentido a todo el proyecto.
Son entidades que giran alrededor de un líder que le imprime su estilo no solo a su noticiario, a toda el área, a todo el canal y a todos sus talentos.
Acuérdese de cómo era ECO con Jacobo Zabludovsky. Él fue la escuela de ene cantidad de conductores, reporteros, corresponsales y lo mismo de política que de deportes, de cultura o espectáculos.
Bueno, eso era Ciro para MILENIO Televisión y lo era no nada más porque fuera directivo, lo era porque tenía un noticiario por donde todas esas personas pasaban, de donde todos ellos aprendían.
¿Qué va a pasar con MILENIO Televisión sin Ciro en su noticiario? ¿Lo mismo que pasó en ECO cuando se fue Jacobo Zabludovsky?
¿Nos vamos a quedar sin cabeza? ¿Nos vamos a quedar sin alguien a quién seguir, sin alguien de quién aprender?
Desconozco las razones por las que Ciro haya decidido dejar su noticiario e, igual, no tengo la más mínima idea de quién vaya a ocupar su lugar.
Como usted sabe, yo aquí, como en todos lados, no soy empleado, solo soy un modesto colaborador que llega, hace su trabajo y se va.
Por lo mismo, no me entero de nada, pero estoy convencido de que se trata de un grave error, tanto para él, como para la empresa, como para el recurso humano.
Ciro está en el mejor momento de su vida para salir en televisión dando noticias, Grupo MILENIO no tiene a ningún otro líder de ese tamaño y su salida podría afectar profesional y emocionalmente a sus discípulos.
A esto súmele el peso de este momento: una televisión que está cambiando, una industria que se llena cada vez de más competidores y un sexenio raro en términos noticiosos.
¿Ahora entiende cuando le digo que estoy apanicado? Y no solo eso, estoy muy triste. Siento que estoy perdiendo algo. Siento que estoy perdiendo a alguien.
Ciro y yo jamás tuvimos tiempo de convertirnos en amigos. De hecho, no siempre hemos estado de acuerdo en nuestras opiniones, pero si a alguien le debo mi carrera es a él.
Ciro creyó en mí sin conocer nada más que mi trabajo. Él fue quien me invitó a escribir de algo más que espectáculos los domingos en este periódico, el que me convenció de volver a hacer televisión, en el viejo CNI Canal 40, después de mi paso por Ventaneando.
Él ha sido el que me ha invitado a los debates, a colaborar con Marisa Iglesias, a hacer muchas cosas muy buenas.
Ciro Gómez Leyva cambió mi vida y yo, que jamás terminaré de darle las gracias, no puedo creer que ya no lo vaya a ver por las noches en la tele. No lo voy a resistir y no sé qué mensaje interpretar.
¡Ay, Ciro! Te voy a extrañar muchísimo. Estoy en shock. ¿Usted no?
No lo puedo creer. No me cabe en la cabeza. ¿Cómo? ¿Por qué? No le quiero ni contar la afectación emocional que me dio ayer, cuando me enteré, leyendo las páginas de este periódico.
Entre que me preocupé, entre que me dolió, entre que me apaniqué.
Lo digo como televidente, como crítico, como colaborador de MILENIO Diario y como colaborador de MILENIO Televisión.
Ojo, no estamos hablando de un noticiario más del montón. MILENIO Noticias con Ciro Gómez Leyva es uno de los servicios noticiosos más exitosos e influyentes de México.
Ahí se han dado muchas de las notas más importantes de este país, ahí se han provocado reacciones de todo tipo.
Deje usted que ver a Ciro por las noches se convirtió en toda una tradición, era una obligación para todo aquel que quisiera estar informado y, especialmente, estar informado de noticias que nadie más se atrevía a dar.
Esto es un golpe que va a dejar en el limbo a miles de televidentes y no lo digo porque Ciro se vaya a ir de Grupo MILENIO o porque MILENIO Televisión no pueda existir sin él.
Lo digo porque, lejos de lo que la gente piensa, la televisión es una industria de personajes y Ciro era uno de los pocos personajes periodísticos que le quedaban a este medio.
Va a pasar mucho tiempo para que aparezca otro periodista que se pueda llamar líder, que consolide un equipo, que consiga las notas, que se atreva a decirlas y que se gane a las audiencias.
Hoy es un día triste. Sin que nadie se lo esperara, se nos va un personaje fundamental de la historia reciente de la televisión mexicana.
Y no se nos va a otra empresa, a otro canal o a otro programa. Se va, por lo que entendí ayer leyendo la nota, a continuar su carrera aquí, pero sin salir a cuadro. ¡Qué desperdicio! ¡Qué problemón!
¿Por qué? Porque Ciro no solo era el titular de un noticiario nocturno, era el hombre que le daba sentido a MILENIO Televisión.
Le voy a explicar: en el modelo mexicano, que no es muy diferente al de otros países, los departamentos de noticias y los sistemas noticiosos de 24 horas giran alrededor de una figura estelar que es la que le da sentido a todo el proyecto.
Son entidades que giran alrededor de un líder que le imprime su estilo no solo a su noticiario, a toda el área, a todo el canal y a todos sus talentos.
Acuérdese de cómo era ECO con Jacobo Zabludovsky. Él fue la escuela de ene cantidad de conductores, reporteros, corresponsales y lo mismo de política que de deportes, de cultura o espectáculos.
Bueno, eso era Ciro para MILENIO Televisión y lo era no nada más porque fuera directivo, lo era porque tenía un noticiario por donde todas esas personas pasaban, de donde todos ellos aprendían.
¿Qué va a pasar con MILENIO Televisión sin Ciro en su noticiario? ¿Lo mismo que pasó en ECO cuando se fue Jacobo Zabludovsky?
¿Nos vamos a quedar sin cabeza? ¿Nos vamos a quedar sin alguien a quién seguir, sin alguien de quién aprender?
Desconozco las razones por las que Ciro haya decidido dejar su noticiario e, igual, no tengo la más mínima idea de quién vaya a ocupar su lugar.
Como usted sabe, yo aquí, como en todos lados, no soy empleado, solo soy un modesto colaborador que llega, hace su trabajo y se va.
Por lo mismo, no me entero de nada, pero estoy convencido de que se trata de un grave error, tanto para él, como para la empresa, como para el recurso humano.
Ciro está en el mejor momento de su vida para salir en televisión dando noticias, Grupo MILENIO no tiene a ningún otro líder de ese tamaño y su salida podría afectar profesional y emocionalmente a sus discípulos.
A esto súmele el peso de este momento: una televisión que está cambiando, una industria que se llena cada vez de más competidores y un sexenio raro en términos noticiosos.
¿Ahora entiende cuando le digo que estoy apanicado? Y no solo eso, estoy muy triste. Siento que estoy perdiendo algo. Siento que estoy perdiendo a alguien.
Ciro y yo jamás tuvimos tiempo de convertirnos en amigos. De hecho, no siempre hemos estado de acuerdo en nuestras opiniones, pero si a alguien le debo mi carrera es a él.
Ciro creyó en mí sin conocer nada más que mi trabajo. Él fue quien me invitó a escribir de algo más que espectáculos los domingos en este periódico, el que me convenció de volver a hacer televisión, en el viejo CNI Canal 40, después de mi paso por Ventaneando.
Él ha sido el que me ha invitado a los debates, a colaborar con Marisa Iglesias, a hacer muchas cosas muy buenas.
Ciro Gómez Leyva cambió mi vida y yo, que jamás terminaré de darle las gracias, no puedo creer que ya no lo vaya a ver por las noches en la tele. No lo voy a resistir y no sé qué mensaje interpretar.
¡Ay, Ciro! Te voy a extrañar muchísimo. Estoy en shock. ¿Usted no?
Comentarios
Publicar un comentario