Se van antiguas tiendas y llegan las franquicias
Negocios con arraigo en la ciudad como El Ancla de Oro dan paso a transnacionales como KFC
Por Febrero 04, 2013
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Se espera que la cadena Kentucky Fried Chicken abra sus puertas esta misma semana . Foto: Correo
“Ya sólo quedan puros recuerdos y la tristeza”, dijo la señorita Aguirre sobre la desaparición de El Ancla de Oro, sin duda la tienda más antigua de la ciudad, que cerró sus puertas para que en su lugar se establezca una sucursal más del Kentucky Fried Chicken.
Como éste, numerosos expendios con arraigo entre los capitalinos han tenido que “bajar la cortina” y sus propietarios han visto llegar franquicias de grandes cadenas, incluso trasnacionales.
Sólo recuerdos
La señorita Aguirre, quien caminaba por la cuesta de la Plaza de la Paz hacia su casa, recordaba que hace años tuvo una tienda, la Casa Aguirre, donde vendía artículos escolares y libros y que también tuvo que cerrar sus puertas.
La famosa Ancla de Oro, un expendio de ropa de marca para dama y caballero fue abierta alrededor de 1856. Esta misma semana, 157 años después, en el mismo lugar comenzará a venderse pollo de la franquicia del Coronel Sanders, el viejo con barba y lentes de aro que aparece en los anuncios de KFC.
El Ancla de Oro sin duda era la tienda más antigua de ciudad, propiedad de las señoritas Guerrero, según narra María de Jesús Buenrostro, hija de doña María Guadalupe Álvarez Villafuerte, quien luego de 60 años de vender menudo en un local ubicado en la Plaza de San Fernando cerró el negocio.
“Ya todo ha cambiado, han desaparecido muchas tiendas y negocios que se ubicaban en el centro de la ciudad”, dice María de Jesús Buenrostro; “En El Ancla de Oro había un letrero que borraron hace poco, que señalaba que la tienda funcionaba desde 1856”, recordó.
Ahora de las tiendas más antiguas que quedan en el centro de la ciudad son la Casa Anita, coincide Buenrostro con Isabel Torres Jasso, quien desde hace 50 años es peluquero en Los Gallos, negocio ubicado en el número 40 de la Avenida Juárez.
A un lado de la Peluquería, hasta finales de los años sesenta del siglo pasado, funcionó la librería La Enseñanza, propiedad de don Alfonso Cue de la Fuente, un viejo español de grandes bigotes canos, todo un personaje en la vida de Guanajuato que hoy pocos recuerdan.
Hay otras tiendan de larga tradición y arraigo entre los cuevaneses que dejaron de funcionar hace tiempo, tal es el caso de La Flor de Mayo. Era un negocio muy grande e importante para el Guanajuato de la primera mitad del silo XX, y que cerró en la década de 70´s de ese siglo, propiedad de Don Cosme Torres.
“Para bien o para mal, las cosas han cambiado, ya no es el mismo Guanajuato, hay mucho tráfico vehicular, pero es cierto que antes sólo había dos clases, pobres y ricos, ahora hay otras clases”, afirma el experimentado peluquero.
“Ahora hay Oxxos por aquí y por allá, dicen que es el progreso, pero la verdad a mí no me gusta”, señaló por su parte María de Jesús Buenrostro.
Marco Antonio Torres, dueño de la Farmacia conocida como del Pollo, ubicada en la cuesta de la Plaza de la Paz, frente al edificio del Congreso del Estado, dijo que este negocio fue inaugurado por su padre en 1945. “Guanajuato ha cambiado totalmente, igual muchas cantinas han desaparecido, ahora todo son botaneros y micheladas, me acuerdo de cantinas desaparecidas como El Cairo, Los Altos de Jalisco, el Salón Chihuahua”. “Por algo te has de acordar”, le comenta un amigo al doctor Marco Antonio Torres, quien responde con una sonora carcajada.
Énfasis
Cuando en 1856 abrió El Ancla de Oro sólo había pasado 35 años de la independencia de México, y faltaba un año para la Guerra de Reforma; el expendio también vio pasar la Revolución Mexicana. Otras famosas tiendas que han desaparecido son El Puerto de Veracruz, de don Amado Suárez, la tlapalería El Nuevo Mundo, El Toro y la nevería El Popo.
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